viernes, 2 de mayo de 2008

UN ADIOS A UNA FACHADA

Era la media noche, de pronto unos señores uniformados a la usanza de indeci tomaron las calles adyacentes a la casona Towsend frente a la plazuela Elías Aguirre y empezaron le demolición, las personas que fungieron de espectadores lúgubres del historicidio (para decirlo de alguna forma) para asombro de ellos incluido yo, nos sorprendimos porque esperábamos algo parecido a una demolición, pero no fue así, diría que se dedicaron aquellos albañiles a destarrajear aquel local. Pero ¿Cómo? y ¿Dónde estuvo el INC hace unos años, donde la municipalidad y milkito que? Sufrió un soponcio. Los inescrupulosos dueños del local sito en calle plazuela Elías Aguirre120 ya tenían todo planeado, bien coimeado, y bien mermeleado, trayéndose abajo la fachada quedando listo el nuevo edificio aunque feo dispuesto al arrendaje.

Pero que dice la prensa chiclayana, calla por las siguientes razones, unos por indiferencia, la mayoría por indiferencia e ignorancia y unos pocos más inteligentes estos; por pendejada.

El Chiclayo histórico (entendámoslo como centro histórico) si es que este existe. Se desvanece, sucumbe ante el avance comercial de quienes trafican influencias, dinero, productos y hasta estupefacientes. Con una insultante procacidad, con una vulgaridad infinita y con una mano corruptora del tamaño de una blasfemia en tiempos de Torquemada. Si es así, que dice Moliné Labarta. O su par pero en menor jerarquía y en la otra vereda ideológica, si eso sigue siendo así; Rvdo. Padre Ricardo Guerrero.

Este Chiclayo de autoridades culturales anuentes, de autoridades municipales ágrafas, de eventos musicales que desbordan huachafería. Con este hecho, con este asesinato masivo de todo producto cultural habido en estas tierras del que forma parte el derrumbe sistemático y Terminal de la casona Towsend de seguro pasará no desapercibido pero si en el silencio la anuencia. Que una vez mas coronada por una imbecilidad que ha diario demuestran algunos chiclayanos subidos al taxi del oportunismo de siempre que manifiestan muchos de sus burócratas, lamentablemente y una vez mas; prevalecerá.

PD. Muchos bohemios estuvieron en este sepelio de la arquitectura neoclásica en Chiclayo; algún poeta, un pianista, un escultor, unos pocos diletantes, ningún periodista (tal vez me equivoque) y sobretodo ningún estudiante de arquitectura de nuestras conocidas universidades locales. Estarán preocupados únicamente por sus calificaciones y pendientes del fin de semana que ya se viene.

¡Cosmópolis donde estas!

José Puga: ¿actuaran así cuando se caiga la catedral?