domingo, 20 de septiembre de 2009

Reflexiones en torno a nuestras muy criollas dictaduras

La noche de un martes vi por fin, la película completa titulada “la noche de los lápices”, entre otras cosas me produjo indignación y cierta ira contenida, su trama evidencia una fase negra de la historia reciente de los argentinos. Al principio me entusiasma observar en la película (a manera de testimonio por cierto) ese entusiasmo de los estudiantes por las ideas y los proyectos de cambio social, el interés por el debate por parte de los estudiantes de secundaria, algo inexistente en nuestra realidad. Los estudiantes universitarios peruanos ya no debaten, ni siquiera leen y los de secundaria están esforzándose por no madurar; con la complicidad de sus profesores y la tenaz insistencia de sus directores.

Me dirán muchos, pero que M… quieres; “terrucos”, me dirán los docentes que esos ejemplos son perniciosos y los apristas que hay que olvidarse de esas cosas, como bien lo ha hecho nuestro presidente Alan García. No faltara un loquito o un sinvergüenza que diga que la película es calumniosa para cualquier organización policial, nuestras fuerzas armadas (me remito a América Latina) han puesto las marquesinas en aquellos regimenes promovidos por las oligarquías y pagados por las transnacionales cuando de saquear se trataba.

En síntesis me indignó ver las maniobras de la dictadura de Rafael Videla, que me recordaba a Pinochet, Ríos Mont, Bordaverry, Trujillo y a Martín Rivas. Siquiera España y Alemania tuvieron dictaduras fascistas para perennizar el pasado pero sin faltarles ideología. Las dictaduras que les llamamos a veces fascistas en Latinoamérica carecen de inteligencias, carecen de preceptos ideológicos, presentan conductas lumpenescas y constituyen un homenaje a la irracionalidad.

Con lo visto en “la noche de los lápices”, indigna ver que a un estudiante o intelectual, no lo torture un adversario ideológico, el ejercito enemigo, sino un fortachón con uniforme que no sabe otra cosa que golpear a mansalva, y en momentos de “paz social” no tengan otra cosa que hacer; que cuidar discotecas de “ambiente” o algún sinvergüenza que le debe dinero a todo el mundo.

jueves, 20 de agosto de 2009

EMO PORDUCTO DE ESTA ERA

El movimiento conocido como EMO surgido a fines de los ochentas y con mayor impulso desde mediados de la década siguiente, resulta ser una variante del PUNK así como del Hardcore melódico, se origina en Norteamérica adquiriendo influencias de la música Grunge.

La diferencia entre el Emo Punk y el Punk de los inicios es fundamentalmente ideológica, el punk originado en Inglaterra tiene un perfil ideológico y político de carácter rebelde cuestionador de la sociedad, en cambio los Emos constituyen una expresión más intimista, pero también disconforme que al carecer de lineamientos ideológicos se ha tornado autodestructiva.

Pero los noventas fue una década de cambios, de caída de paradigmas, el mundo se hizo unipolar, la caída de la unión soviética coadyuvó a que muchos se decantaran no solo del socialismo también de la posibilidad de un mundo mas justo. La literatura y otras expresiones artísticas se inclinaron al individualismo y la abstracción, dejaron de lado su compromiso con la realidad, iniciando la llamada cultura Light y dándole el sello definitivo de generación X caracterizada por su des apego a todo sentir colectivo e indiferencia por los problemas del entorno social.

En conclusión el movimiento EMO es producto del contexto, producto de estos tiempos de individualismo extremo y carencia de paradigmas. Pero la cosa no queda allí, estos adolescentes que son (de serlo) mera expresión de su tiempo qué peligro pueden representar. De donde sale tanta preocupación, porque la sociedad habla de ellos y no de otros movimientos con características diferentes e incluso antagónicas.

El problema reside en que los EMO son una corriente musical (de serlo) proscrita por el resto de movimientos musicales encuadrados en la música rock. También son mirados con antipatía por los jóvenes más conservadores esos que en el Perú abundan, odiados por los jóvenes que andan en patineta a los que llaman skyters, por que los “emos” no gustan de la actividad física y prefieren lucir anoréxicos. En México fue linchado un EMO por una horda de jóvenes intolerantes, en las principales ciudades de la costa los adolescentes que abrazan esta causa son constantemente agredidos por jóvenes que no son ni piensan como ellos y en Japón como en los Estados Unidos no falta algún Emo que en la plenitud de sus conclusiones sobre el mundo termine suicidándose.

Las Bandas preferidas por estos jóvenes son: Green Day, My Chemical Romance, panda, entre otros. Las letras de estos grupos son histéricas y con un alto contenido depresivo, una apología a la evasión, una inclinación sublime a abandonar todo lo que ligue a este mundo de preocupaciones y de la intolerancia e indiferencia de los padres a quienes con cierta razón consideran decrépitos.


Lo contrario a la expresión EMO sería el grupo Héroes del Silencio, partiendo por el nombre, banda que también tuvo auge en los noventas, ellos decían ser un canto contra la apatía, esa que los EMOS arrían como bandera.

lunes, 17 de agosto de 2009

Espejos de Eduardo Galeano

Los espejos están llenos de gente.
Los invisibles nos ven.
Los olvidados nos recuerdan.
Cuando nos vemos, los vemos.
Cuando nos vamos, ¿se van? (Espejos, Eduardo Galeano)
Leer una obra de Eduardo Galeano lleva a la reflexión que nos ayuda entender más profundamente este mundo que nos rodea y cada vez más nos enreda con sus contradicciones e injusticias. Me fascina su estilo basado en historias cortas que te conmueven y te revientan como cartucho de dinamita en la psique. Hoy comencé a leer su libro Espejos, Una Historia Casi Universal y tomo un receso de su lectura para compartir algunas de mis historias favoritas (de las primeras 100 páginas):
Fundación de la contaminación
Los pigmeos, que son de cuerpo corto y de memoria larga, recuerdan los tiempos de antes del tiempo, cuando la tierra estaba encima del cielo.
Desde la tierra caía sobre el cielo una lluvia incesante de polvo y de basura, que ensuciaba la casa de los dioses y les envenenaba la comida.
Los dioses llevaban una eternidad soportando esa descarga mugrienta, cuando se les acabó la paciencia.Enviaron un rayo, que partió la tierra en dos.
Y a través de la tierra abierta lanzaron hacia lo alto el sol, la luna y las estrellas, y por ese camino subieron ellos también.
Y allá arriba, lejos de nosotros, a salvo de nosotros, los dioses fundaron su nuevo reino.
El horror de la guerra
A lomo de un buey azul, andaba Lao Tsé.
Andaba los caminos de la contradicción, que conducen al secreto lugar donde se funden el agua y el fuego.
En la contradicción, se encuentran el todo y la nada, la vida y la muerte, lo cercano y lo lejano, el antes y el después.
Lao Tsé, filósofo aldeano, creía que cuanto más rica es una nación, más pobre es.
Y creía que conociendo la guerra se aprende la paz, porque el dolor habita la gloria:Toda acción provoca reacciones.
La violencia siempre regresa. Sólo zarpas y espinos nacen en el lugar donde acampan los ejércitos.
La guerra llama al hambre.
Quien se deleita en la conquista, se deleita en el dolor humano.
Los que matan en la guerra deberían celebrar cada conquista con un funeral.
Fundación del machismo
Por si fuera poco ese suplicio, Zeus también castigó la traición de Prometeo creando a la primera mujer.
Y nos mandó el regalo.Según los poetas del Olimpo, ella se llamaba Pandora, era hermosa y curiosa y más bien atolondrada.
Pandora llegó a la tierra con una gran caja entre los brazos.
Dentro de la caja estaban, prisioneras, las desgracias.
Zeus le había prohibido abrirla; pero apenas aterrizó entre nosotros, ella no pudo aguantar la tentación y la destapó.
Las plagas se echaron a volar y nos clavaron sus aguijones.
Y así llegó la muerte al mundo, y llegaron la vejez, la enfermedad, la guerra, el trabajo…Según los sacerdotes de la Biblia, otra mujer, llamada Eva, creada por otro dios en otra nube, también nos trajo puras calamidades.
Fundación de Santa Claus
En su primera imagen, publicada en 1863 en la revista «Harper’s», de Nueva York, Santa Claus era un gnomo gordito entrando en una chimenea.
Nació de la mano del dibujante Thomas Nast, vagamente inspirado en las leyendas de san Nicolás.
En la Navidad de 1930, Santa Claus fue contratado por la Coca-Cola. Hasta entonces, no usaba uniforme, y por lo general prefería ropas azules o verdes.
El dibujante Habdon Sundblom lo vistió con los colores de la empresa, rojo vivo con ribetes blancos, y le dio los rasgos que todos conocemos.
El amigo de los niños lleva barba blanca, ríe sin parar, viaja en trineo y es tan rechoncho que no se sabe cómo se las arregla para entrar por las chimeneas del mundo, cargado de regalos y con una Coca-Cola en cada mano.
Tampoco se sabe qué tiene que ver con Jesús.
Fundación del Infierno
La Iglesia Católica inventó el Infierno y también inventó al Diablo.
El Antiguo Testamento no mencionaba esa parrilla perpetua, ni aparecía en sus páginas este monstruo que huele a azufre, usa tridente y tiene cuernos y rabo, garras y pezuñas, patas de chivo y alas de dragón.
Pero la Iglesia se preguntó: ¿Qué será de la recompensa sin el castigo? ¿Qué será de la obediencia sin el miedo?
Y se preguntó: ¿Qué será de Dios sin el Diablo? ¿Qué será del Bien sin el Mal?
Y la Iglesia comprobó que la amenaza del Infierno es más eficaz que la promesa del Cielo, y desde entonces sus doctores y santos padres nosaterrorizan anunciándonos el suplicio del fuego en los abismos donde reina el Maligno.
En el año 2007, el papa Benedicto XVI lo confirmó:—Hay Infierno. Y es eterno.

Prisciliano

Y pasó el tiempo de las catacumbas.
En el Coliseo, los cristianos se comían a los leones.
Roma se convirtió en la capital universal de la fe y la religión católica pasó a ser la religión oficial delimperio.
Y en el año 385, cuando la Iglesia condenó al obispo Prisciliano y a sus seguidores, fue el emperador romano quien degolló a esos herejes.
Las cabezas rodaron por los suelos
Los cristianos del obispo Prisciliano eran culpables: bailaban y cantaban y celebraban la noche y el fuego, convertían la misa en una fiesta pagana de Galicia, la sospechosa tierra donde él había nacido, vivían en comunidad y en la pobreza, repudiaban la alianza de la Iglesia con los poderosos, condenaban la esclavitud y permitían que las mujeres predicaran, como sacerdotes.

Hipatia

—Va con cualquiera —decían, queriendo ensuciar su libertad.—No parece mujer—decían, queriendo elogiar su inteligencia.
Pero numerosos profesores, magistrados, filósofos y políticos acudían desde lejos a la Escuela de Alejandría, para escuchar su palabra.
Hipatia estudiaba los enigmas que habían desafiado a Euclides y a Arquímedes, y hablaba contra la fe ciega, indigna del amor divino y del amorhumano.
Ella enseñaba a dudar y a preguntar. Y aconsejaba:—Defiende tu derecho a pensar.
Pensar equivocándote es mejor que no pensar.
¿Qué hacía esa mujer hereje dictando cátedra en una ciudad de machoscristianos?
La llamaban bruja y hechicera, la amenazaban de muerte.
Y un mediodía de marzo del año 415, el gentío se le echó encima.
Y fue arrancada de su carruaje y desnudada y arrastrada por las calles y golpeada y acuchillada.
Y en la plaza pública la hoguera se llevó lo que quedaba de ella.—Se investigará —dijo el prefecto de Alejandría.

El peligroso vicio de preguntar

¿Qué vale más?
¿La experiencia o la doctrina?
Dejando caer piedras y piedritas y bolas y bolitas, Galileo Galilei comprobó que la velocidad es la misma aunque el peso de los objetos sea diferente.
Aristóteles estaba equivocado, y durante diecinueve siglos nadie se había dado cuenta.
Johannes Kepler, otro curioso, descubrió que las plantas no giraban en círculos cuando perseguían la luz a lo largo del día.
¿Acaso no era el círculo el camino perfecto de todo lo que gira? ¿No era el universo la perfecta obra de Dios?
—Este mundo no es perfecto, ni mucho menos
—concluía Kepler—.
¿Por qué habrían de ser perfectos sus caminos?
Sus razonamientos resultaban sospechosos para los luteranos y para los católicos también.
La madre de Kepler había estado cuatro años presa, acusada de practicar brujerías.
Por algo sería.
Pero él vio y ayudó a ver, en aquellos tiempos de oscuridad obligatoria: adivinó que el sol giraba en torno de su eje, descubrió una estrella desconocida, inventó la unidad de medida que llamó dioptría y fundó la óptica moderna.
Y cuando ya se estaba arrimando al fin de sus días,
se le dio por decir que así como el sol decidía el viaje de las plantas,
las mareas obedecían a la luna.—Demencia senil—opinaron los colegas.

Resurrección de Servet

En 1553, Miguel Servet se hizo carbón, junto con sus libros, en Ginebra.
A pedido de la Santa Inquisición, Calvino lo quemó vivo, con leña verde.
Y por si fuera poco fuego, los inquisidores franceses volvieron a quemarlo, quemaron su efigie, unos meses después.
Servet, médico español, había vivido huyendo, cambiando de reino, cambiando de nombre.
No creía en la Santísima Trinidad,
ni en el bautismo recibido antes de la edad de la razón, y había cometido la imperdonable insolencia de comprobar que la sangre no está quieta y circula por el cuerpo y se purifica en los pulmones.
Por eso lo llaman, ahora, el Copérnico de la Fisiología.
Servet había escrito: En este mundo no hay Verdad alguna, sino sombras que pasan.
Y su sombra pasó.
Siglos después, volvió. Era tozuda, como él.

jueves, 30 de julio de 2009

Triunfo de los pueblos amazónicos

Raúl Zibechi

La Jornada

Tras dos meses de intensa movilización, los pueblos de la Amazonia peruana lograron enfrentar exitosamente la represión de uno de los gobiernos más derechistas de América Latina, cosecharon amplia simpatía nacional e internacional y están haciendo retroceder los proyectos de privatización del pulmón del planeta. Habrá un antes y un después del 9 de abril de 2009, día en que comenzaron los cortes de carreteras y las tomas de ductos que transportan gas y petróleo al exterior.
Y habrá un antes y un después del 5 de junio, cuando la firmeza de miles afrontó la militarización y la masacre en la población de Bagua, cerca de la frontera con Ecuador.
Luego de la matanza, el gobierno de Alan García comenzó a dar marcha atrás con algunos de los decretos legislativos (DL) más polémicos. Primero se suspendió la aplicación de los DL 1090 y 1064 durante 90 días por parte del Congreso dominado por el oficialista APRA y los seguidores del procesado ex dictador Alberto Fujimori.
El 1090, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, deja fuera del régimen forestal 45 millones de hectáreas, o sea, 64 por ciento de los bosques del Perú, con lo que podrían ser vendidos a trasnacionales. Tampoco contempla que la mayor parte de las comunidades no han titulado sus tierras. El DL 1064, Régimen Jurídico para el Aprovechamiento de las Tierras de Uso Agrario, deja sin efecto el requisito de acuerdo previo de las comunidades para emprender proyectos en la Amazonia.
Días después, ante la férrea decisión de los pueblos amazónicos de seguir adelante con sus movilizaciones e intensificar las acciones, el presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, se comprometió a derogar los dos decretos y anunció el levantamiento del estado de sitio en Bagua. Fue más lejos: el lunes 15 durante un encuentro con repesentantes indígenas en la provincia de Chanchamayo dio disculpas a los pueblos amazónicos y aseguró que el gobierno no vetará a la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP).
Pese a formar parte de un gobierno derechista, Simon es el paradigma del guerrillero convertido en hombre de Estado. En los 80 fue activo simpatizante del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), por lo que fue preso durante el régimen de Fujimori. Ahora decidió poner sus conocimientos sobre los movimientos sociales al servicio de las trasnacionales que buscan apropiarse de los bienes comunes: agua, biodiversidad, riquezas mineras, madereras e hidrocarburíferas. Pero está chocando con los mismos actores que en la guerra interna frustraron la expansión del MRTA y Sendero Luminoso hacia la selva, los pueblos que defienden sus territorios.
El segundo gran éxito de los pueblos amazónicos lo sintetiza Hugo Blanco en el editorial más reciente de Lucha Indígena: Puede ser que el mayor logro de estas jornadas sea visibilizar esas nacionalidades, tejiendo lazos entre los diversos sectores del país, tan divididos por quienes nos dominan. Al defender la Amazonia están defendiendo la vida de toda la humanidad; y al no ceder ante los engaños del gobierno, están rescribiendo la historia, recuperando para todos el sentido de la palabra dignidad.
Las grandes marchas y los masivos paros registradas en todo el país el 11 de junio, incluyendo 30 mil manifestantes en Lima, la mayor concentración desde los últimos días del régimen de Fujimori, evidencian la solidaridad con los pueblos amazónicos y el aislamiento del gobierno de García. Los pronunciamientos de decenas de organismos internacionales, incluyendo algunos de Naciones Unidas, muestran que la simpatía traspasó fronteras.
De nada valió el intento del presidente peruano por culpar a Bolivia y Venezuela de instigar la protesta. No sólo acusó a los amazónicos de terroristas, sino que sostuvo que esos países quieren evitar que Perú extraiga petróleo y sea competidor. Sus argumentos fueron pulverizados por la contundencia de la movilización. Los pueblos amazónicos consiguieron incluso que se instalara una mesa de diálogo sin frenar sus acciones. Cuando comenzó a sesionar el Grupo Nacional de Coordinación para el Desarrollo de los Pueblos Amazónicos, el 15 de junio con presencia de la Iglesia católica, las comunidades y la Defensoría del Pueblo, el gobierno sólo consiguió que los indígenas ampliaran de dos a cuatro la apertura al tránsito de la carretera La Merced-La Oroya-Lima.
La tercera enseñanza de esta movilización es que no importa la cantidad, sino la potencia. Los pueblos amazónicos agrupados en AIDESEP, son unas 300 mil personas pertenecientes a mil 350 comunidades, en un país que sobrepasa 28 millones de habitantes. Sin embargo, la justeza de su causa y la sólida decisión comunitaria de luchar hasta el final, haciendo de sus territorios trincheras y de sus cuerpos escudos, consiguió frenar la máquina de guerra estatal y granjearles simpatías en todo el país. Han mostrado que no luchan para negociar, para obtener algún beneficio sectorial o alguna demanda disfrazada de derechos, sino para salvar la vida y evitar que la naturaleza sea convertida en mercancía.
Mostraron que cuando se pelea por la sobrevivencia, por seguir siendo pueblos, de nada valen los cálculos de costos y beneficios que han llevado a la crisis ética y política de buena parte de las izquierdas institucionales. Camino muy similar al que meses atrás caminaron los nasas de Colombia al poner en marcha la Minga por la Vida, también para evitar que el TLC con Estados Unidos los sepulte como pueblo al convertir sus bosques en monocultivos para biocombustibles. Estas luchas colocan en lugar destacado un necesario debate sobre el desarrollo y los bienes comunes, que algunos gobiernos autoproclamados progresistas, como el de Brasil, deberían tomar en cuenta si no quieren ser los sepultureros de la Amazonia y de sus pueblos.
Fuente: lafogata.org

Argentina: Jóvenes y participación política: ¿Síndrome de analfabetos políticos?

Carlos Saglul
ACTA

En la última elección, la mayoría de los políticos se insultaron. Intercambiaron denuncias. Los spots publicitarios reemplazaron a la plataforma electoral. Salvo honrosas excepciones, ni por milagro se les cae una idea. La prensa hegemónica trasmite entusiasmada el cambalache. No es casual.Así como ayer fue el miedo, hoy la forma de hacer política que se comunica por los monopolios informativos transmite la noción de impotencia para cualquier intento de transformación colectiva y, consecuentemente, sirve a aquellos que siempre han querido gobernar el país sin la interferencia de la participación popular. Para eso, que mejor que una juventud indiferente, descreída y apática.¿Están logrando su objetivo? Pese a las dudas y contradicciones, los pibes, hijos del estallido social de diciembre de 2001, buscan con avidez un destino mejor para todos.Durante la dictadura militar no pocas aulas tenían algún banco vacío, no había fábrica ni barrio sin un desaparecido, ni familia obrera o de clase media con algún preso, muerto, cesanteado, exilado o detenido-desaparecido. Los jóvenes escuchaban seguido "de política mejor no hablar" y el slogan de moda era "algo habrán hecho". Vino la democracia y de a poco la política comenzó a profesionalizarse. Ya no eran los militantes juveniles que salían a pintar gratis a fuerza de compromiso, pasión y utopías. Pasada la primavera política y a caballo de la claudicación de los sucesivos gobiernos constitucionales ante los grupos hegemónicos, de militante rentado a operador político, muchos empezaron a ver la política como negocio y se transformaron en una clase rentística del poder."Roba pero hace". Durante el Menemismo, todos los días se denunciaban nuevos hechos de corrupción. "Confío en la Justicia" era la remanida frase a la que echaban mano los corruptos. La impunidad estaba asegurada. La justicia era ciega, sorda y muda. No ha cambiado demasiado: sigue habiendo una justicia para ricos y otra para pobres. Por aquellos días, un cronista le preguntó a un joven que protestaba por el cierre de una fabrica en Lugano_-¿Te dedicás a la política?-. -No, yo trabajo- fue la respuesta. Política y corrupción pasaron a ser sinónimos. Y entonces aparecieron deportistas, cantantes, empresarios, astrólogos, cómicos. Se corría el telón y empezaba el show electoral.En la última elección, la mayoría de los políticos hacían de ellos mismos en los programas satíricos de la TV. Pasaron horas discutiendo en público cosas de absoluta irrelevancia para la mayoría de la población. Se insultaron. Intercambiaron denuncias. Los spots publicitarios reemplazaron a la plataforma electoral. Salvo honrosas excepciones, ni por milagro se les cae una idea. La prensa hegemónica trasmite entusiasmada el cambalache. No es casual. Así como ayer fue el miedo, hoy la forma de hacer política que se comunica por los monopolios informativos transmite la noción de impotencia para cualquier intento de transformación colectiva y, consecuentemente, sirve a aquellos que siempre han querido gobernar el país sin la interferencia de la participación popular. Para eso, que mejor que una juventud indiferente, descreída y apática. ¿Están logrando su objetivo? Pese a las dudas y contradicciones, los pibes, hijos del estallido social de diciembre de 2001, buscan con avidez un destino mejor para todos."La política es corrupta, no sirve, ese es el mensaje"Bernabé Fenández Moyano, 21 años estudiante universitario recuerda: "Por adhesión a créditos impagables los 90 no fueron buenos en casa". Confiesa que simpatizó con el peronismo revolucionario. "Le tengo envidia a aquella juventud de los setenta, porque aunque todo haya terminado en un horror, tuvieron la posibilidad de soñar, de permitirse el intento de crear un mundo mejor". Sin embargo es escéptico con el presente. "La juventud actual no tiene intereses políticos. Es impresionante la falta de debate, de interés en algo ajeno a la propia persona y eso que voy a sociales de la UBA".Fabiana Díaz, 18 años, estudiante secundaria, podría adherir a lo que señala Bernabé salvo en un punto: "La gente que mataron los milicos, los medios de comunicación sembrando mentiras. No es fácil volver a creer pero lo estamos haciendo". Cuenta que "la primera vez que organizamos algo fue cuando el Gobierno de la ciudad le sacó las becas a algunos compañeros. Estábamos tomando la escuela y de repente nos percatamos que de todos los que participábamos de la medida, sólo uno estaba directamente afectado. Y entonces me di cuenta de algo importante que está en una frase de José Martí que leyeron en clase. Uno es digno cuando siente como propio el daño que le hacen al prójimo, no importa que éste no se defienda".Cuando llegamos a su casa, la socióloga Victoria Rangungi, especialista en temas de seguridad, acaba de terminar un trabajo referido al éxito del neoliberalismo para desacreditar lo colectivo como espacio de transformación. "Todos los debates sobre seguridad tienen una impronta de criminalización de los jóvenes y hacen pie en que la seguridad se resuelve como una cuestión técnica no política. La política es corrupta, no sirve, ese es el mensaje".Rangungni no duda del éxito que ha tenido hasta ahora el neoliberalismo en desmovilizar a los jóvenes aunque rescata a "los piqueteros, las Madres, hijos, organizaciones de izquierda, sectores del peronismo, los jubilados, resistiendo, peleando por no entregar la calle". Sobre la escuela secundaria reflexiona que "es natural que el joven se niegue a integrarse y proteste contra la disciplina, la ropa, el orden social. El problema es cómo se resiste a integrarse cuando la sociedad no quiere integrarlo. Es un fenómeno que está pasando, y todavía no se ha estudiando lo suficiente. ¿Qué pasa con el chico excluido? ¿Cómo se defiende?".Mientras persista la injusticia habrá batalla. "El neoliberalismo trata de demostrarnos a todos y en especial a los jóvenes que la desigualdad es inevitable. Eso es lo que hay que enfrentar. Y no sólo es tarea de los que tienen menos edad", advierte.La socióloga propone la batalla cotidiana de trabajar con nosotros mismos. "Vamos a las manifestaciones pero en la casa tenemos en negro a la chica que nos limpia. Protestamos porque nos cobran impuestos demasiado altos pero los peones que trabajan para nosotros están sin blanquear. Al individualismo que propone el neoliberalismo también hay que darle batalla dentro nuestro".En clave colectivaFranco Armando recuerda que el inicio de los noventa "lo viví en el barrio junto a las primeras ollas populares, después ya en la adolescencia en los finales de los noventa me encontré que había terminado el secundario y no tenía laburo como tantos otros y fue entonces que nos empezamos a organizar para armar cooperativas de recicladores .Las actividades más políticas a las que me acerqué creo que como todo pibe de mi generación vinieron de la mano de las Madres de Plaza de Mayo y de H.I.J.O.S. con sus escraches".Franco es conducción del Sindicato de Mensajeros y Cadetes (SIMeCa-CTA), el gremio que agrupa a los motoqueros. Piensa que la juventud de los setenta "es un ejemplo y con toda la humildad uno se siente e intenta ser continuador de esa generación y del proyecto emancipador que encarnaban. Muchos de esos compañeros que lograron sobrevivir son nuestros compañeros y eso es un orgullo".Cree que es posible refundar un proyecto colectivo que movilice a los jóvenes "uno apuesta y piensa en clave colectiva a diario, ya sea en la construcción de organizaciones reivindicativas (en mi caso SIMeCa) pero también sin perder de vista y aportando a la construcción de un proyecto político integral de transformación social, por eso estamos en la Central de Trabajadores de la Argentina y compartimos la necesidad de un Movimiento Político, Social y Cultural de Liberación. Ocurre que a nosotros nos tocó vivir un contexto político y social muy distinto, signado por la dura derrota que padeció nuestro pueblo y que pagó con su vida la juventud de los 70".Agencias electoralesMarcelo Urresti, sociólogo del Instituto Gino Germani y docente de la Universidad de Buenos Aires coincide con el resto de los entrevistados que "en los 90 se profesionalizó la política. Antes, en los 80 había comenzado eso que se llama política técnica. Eufemismo que marca como las superestructuras reemplazan al militante. Esas estructuras nuevas son agencias electorales que sirven para ganar elecciones pero no hacen que el sistema deje de perder legitimidad popular".El sociólogo explicó que para este tipo de política no se necesitan plataformas electorales. "Se trata de gente pragmática que prefiere no dejar por escrito lo que por ahí no podrá cumplir". Urresti señala que a través de todos los medios se orienta a la gente hacia lo que se llama "bienestar privado". "No bien público, bienestar privado", insiste. "Se votan partidos que puedan asegurar mantener este bienestar, lo colectivo está limitado a otra gente que pueda tener determinados intereses perecidos aunque siempre coyunturales. Esto es un claro giro a la derecha, un mensaje que tiende a la defensa de las instituciones. Todo menos tender al cambio social".Cuando se le pregunta a Urresti por los que se quedaron "afuera del modelo", reconoce que "un treinta o cuarenta por ciento de los jóvenes no tiene trabajo o lo mantiene en condiciones de explotación y precariedad. No le brindan posibilidad de acceder a una carrera y son pocas sus esperanzas de futuro. En muchos casos estos sectores deben que luchar tanto para sobrevivir que se tornan conservadores, La prioridad es que no le quiten lo poco que tienen".No obstante aclara que "han crecido muchas experiencias organizativas en los sectores populares que tienen gran éxito en lo territorial y local, pero les cuesta mucho llegar a articular una coordinación nacional. Eso los diferencia de la derecha, siempre tan clara y unida a la hora de defender sus intereses".Despolitizar la políticaNatalia Lliubaro, operadora de radio, estudiante de cine recuerda que "lo que viví en esa época tiene más que ver con una situación familiar que con mi propia experiencia. A mi papá lo echaron del laboratorio en donde trabajaba y con la plata de la indemnización se puso una pequeña empresa de plástico. Durante los primeros 5 años nos fue bien ya que había consumo y el dólar uno a uno ayudo pero luego fue cayendo hasta hacerse la situación casi insostenible. También noté que la conciencia política en esos años se fue esfumando, es decir, que el camino para solucionar los problemas no era comprometerse con la política sino todo lo contrario. El que se metía en política era mal visto y existía la idea que sus objetivos eran personales. Creo que eso colaboró para que a mi generación le interese poco la política".Al igual que al resto de los consultados, responde con la palabra admiración al preguntársele por la generación de los setenta: "Realmente creían y creo en lo que hacían y lo que pensaban. Existía un compromiso político con nuestra propia realidad y una organización para llevar a cabo ese proyecto de país y sociedad que hoy en día no veo"."La mayoría de los candidatos despolitizaron la política y la convirtieron en un espectáculo mediático", se quejó Natalia: "Por ejemplo existe un programa de televisión que es el fiel reflejo de esta situación. Marcelo Tinelli y su Gran Cuñado, en donde vemos a todos los posibles candidatos y demás protagonistas políticos ridiculizados. No sólo nos presentan a los dobles de los políticos si no a ellos mismos con sus imitadores bailando y haciendo cualquier cosa, vacías de contenido. También varios candidatos políticos son dueños o tienen algún tipo de relación económica con los canales de televisión o con los medios. Así la política se ve más ligada al poder económico que a los ideales de un país, y aquellos candidatos que tengan más dinero para imponerse en los medios lo pueden hacer sin reflejar ninguna idea, y los partidos políticos pequeños sin dinero se ven excluidos del mapa político y por estos días, eleccionario".Algo está cambiandoEl sociólogo Marcelo Urresti recuerda que la farandularización de la política surgió cuando "los politicos perdieron legitimidad y entonces empezaron a traer gente de afuera del espectro partidario que se suponía no tenían sus vicios. A la larga esto decepciona seguro. Esta gente no legitima la política sino que, en muchos casos, se convierten en políticos con los mismos vicios de aquellos que supuestamente vinieron a reemplazar".Bernabé Fernández Moyano nos lee el epígrafe de un libro que ha traído consigo (La Muchedumbre Solitaria de David Riesman ): "G. L. Clements, vicepresidente y gerente general de la Jewel Foods Stres de Chicago, afirmó que el supermercado donde "se ofrece al comprador valores psicológicos sutiles" tendrá mas probabilidades de conseguir una clientela estable provechosa que el que depende únicamente de los precios bajos y la mercadería de buena calidad.En cuanto a la manera de determinar cómo se proporcionarían esos "valores psicológicos" que resulten atractivos para el cliente, afirmó que "un negocio debía tratar de desarrollar los mismos rasgos que nos gustan de nuestros amigos". Enumeró algunos de esos rasgos entre ellos, la limpieza, aspecto moderno, generosidad, cortesía, honestidad, paciencia, sinceridad, simpatía, afabilidad". ¿Sabe la gente lo que realmente quiere?, "la gente no sabe lo que quiere, pero si sabe qué le gusta o no"."Para mí esta forma de hacer política es el reflejo de la postmodernidad, del político como estrella mediática sin ideología al estilo de vedette donde lo único que importa es la imagen. Cualquier persona que intente tener un protagonismo social y que no cumpla estas reglas del drama televisivo será tachado de mamarracho por cualquier medio, excluido de los mismos y declarado muerto político. No hay forma de salir de la cuestión mediática que maneja la corporación de los grandes medios", concluye Bernabé.A su turno Urresti dice que "la gente se olvida que treinta años en la historia no son nada. Las transformaciones sociales se van dando lentamente. La lucha de hoy va a dar fruto mañana. No se puede desconfiar toda la vida de las formas de participación. Tarde o temprano los cambios irrumpen".Franco Armando está convencido que las jornadas de diciembre de 2001 fueron una bisagra generacional: "Fuimos los jóvenes laburantes ocupados y desocupados los que principalmente pusimos el pecho a la balas de la policía: Gastón Rivas, "Petete" Almirón, Dario y Maxi son prueba de ello. Pero no sólo protagonizamos la lucha callejera también construimos y asumimos responsabilidades en la infinidad de experiencias organizativas que se dio nuestro pueblo para resistir y enfrentar al neoliberalismo. Una nueva camada de militantes y activistas surgió de ese proceso y nutrió las organizaciones sindicales y populares. La perspectiva es mejor si pensamos a futuro, hay una generación entera que se crió al margen de las rutas que cortaban sus viejos y hermanos mayores. Para esos chicos que crecieron, se educaron y formaron al calor de la lucha social, la organización popular no es solo un medio para conquistar mejoras sino más bien una escuela de vida".Natalia Lliubaro es más cauta pero no se muestra menos esperanzada: "poco a poco, en ámbitos universitarios se puede ver la inserción de los jóvenes en la actividad política. Hoy en día, en la vorágine que tiene que mantener los jóvenes para poder estudiar (es decir que tiene que tener un trabajo para hacerlo) los tiempos se ven acotados para dedicarse plenamente a la política. Desde el 2001 la aparición de las asambleas populares y barriales les dio a los jóvenes una nueva participación que todavía está creciendo. Creo que la no participación no ganó, sino por el contrario algo está cambiando".
Fuente: lafogata.org

lunes, 11 de mayo de 2009

HABLANDO EN JAPONÉS DESDE EL ZUMO DE UN LICORCITO ADULTERADO.

Desde mi conciencia quisiera admitir que poco puedo hacer por cambiar las cosas, por darle un viraje a mi suerte, por encender de un solo grito el salón de maquinas de mi voluntarioso talento (si lo tengo) pero lo que mas bronca da (hablo de mí) es esa cosa que me hace tan insignificante y tan sórdido a la vez, eso que me iguala con las personas que suelo criticar y no con poca acidez.

Digo, es un decir; “que puede hacer una persona de nobles intenciones y grandes sueños, ser abyecto a escondidas, mísero en mis aportes, desdichadamente dipsómano y sobretodo mezquino con uno mismo”.

Solo existe una respuesta con dos premisas; fragilidad propositiva y frustración colectivizante. A ello añadirle una cuota de cierta cobardía, un gramo de letal pereza y un enorme bostezo de abulia.

Por qué a mi pobreza material y complejos de personalidad limítrofe no le puedo buscar su contra parte. Por qué si solo una vez nos mirásemos al espejo con una franqueza homicida, pudiésemos hacer una selección de distintos aspectos de nuestra personalidad y luchar, por qué en esos sitios de bohemia bizarra donde pululan nuestras voces, la palabra LUCHA brilla por su ausencia o se fue a buscar un plátano cultivado en alguna pradera escandinava.

Por qué la conversación aguda, la polémica trascendente allí en esos sitios de la plazuela y sus periféricos mingitorios se extravió entre los hedores.

Mañana después de su publicación más de uno criticará este escrito que tal vez carezca de objetividad.

martes, 13 de enero de 2009

UN AÑO MAS...

Este año si diésemos un balance de la actividad literaria local, diríamos que fue regular. Se logró mantener alguna presencia como en años anteriores sin que el presente haya destacado en especial. Pero, porque hoy por hoy la actividad cultural y principalmente literaria no sale de ese indicador “normal” que linda en apariencia con lo mediocre.
Se puede colegir la variable literatura – contexto, arte – contexto, etc.
Este año ha sido un año de perdidas (si nos remitimos a las vidas de algunos literatos que ya se apagaron) nos dejaron algunos caballeros de las letras regionales (lambayecanos precisamente)
-Alfredo José Delgado Bravo
-Elio Otiniano Mauricci
- Pedro Delgado Rosado (historiador)
Nos dejó hace un corto tiempo el último vate heroico; Juan Ramírez Ruiz que en la ultima década guardó un silencio pulquérrimo.
Nos quedamos nosotros algunos mas viejos unos mas jóvenes otros. Sucios pero no tan heroicos mejor dicho los “nuevos sucios” aun en calidad de neonatos. La posta se va afirmando en nuestras manos pero cuanto avanzaremos en esta pista de superficie hostil y sumamente esteparia.
Luchar contra el muro “invencible” del indiferentismo social y la desculturización mediática que existe en Chiclayo, ese vacío incubrible al que ningún promotor cultural ni gestor educativo ha podido vencer.
El reto sigue en pie, invicto y total, con las ganas, las que no deben mermar y esperar ese doblar las campanas de un futuro diferente.
¡Hay hermanos muchísimo que hacer!