me caben recuerdos, aquellos que nos hablan de la escuela, universidad o instituto.
aunque estos sean muchas veces frustrantes mis recuerdos asociados al presente, si, esos de la secundaria, el ver hoy (a decir de hildebrandt: a los estudiantes secundarios tarados por el desuso cerebral ).En el instituto pedagogico, donde la lectura desde hace 10 años resulta una pesada carga, donde el espiritú crítico brilla por su ausencia, con la herencia de un concejo de estudiantes que toda la vida fue un organismo supra informal donde los otrora estudiantes hicieron gala de su emotiva verborrea que hoy como profesionales con sus actos denostan.
Aquellas compañeras que sentian abversión por el analisis de la realidad con sentido crítico y por los muchachitos que solo tenían como "conversado" sus escuetas lecturas.
Observar a los profesores desprovistos de convicción, divorsiados de la investigación y desvalorando lo poco que se puede hacer por mejorar los contenidos de las materias que enseñan.
A las madres de familia que tienen hijos en edad escolar estupidizadas por la cucufateria.
A los profesores cesantes que participan de actividades culturales embadurnadas por el moho del provincialismo.
En fin un largo etc.de razones por las cuales es un suplicio de cruxificción pasar por los 3 o 5 años de formación universitaria y afines.